A San Juan, capitale dell'omonima provincia nordoccidentale dell'Argentina, trasmette sui 107.3 una stazione molto speciale. Si chiama Radio Concepcion e i suoi addetti sono disabili, come racconta questa cronaca del Diario de Cuyo, un quotidiano online di quella zona. Il proprietario di Concepcion, Julio Palacios, ha un figlio, Mauricio - il redattore sportivo dell'emittente - che soffre da quando era bambino di attacchi epilettici. Quando la patologia fu diagnosticata la prima volta Palacios decise di aprire una stazione radio che potesse un giorno dare uno sbocco professionale a Mauricio. Qualche anno fa dall'incontro con un gruppo di non vedenti di una associazione locale nasce l'idea di creare un'intera redazione fatta di persone che noi "normodotati" (non c'è proprio verso di trovare una terminologia che suoni minimamente dignitosa quando il nostro scopo è stabilire delle categorie preconcette) tendiamo sempre a considerare con un po' di imbarazzo. Disabile, "diversamente abile"... Comunque la si dica quei maledetti prefissi de- dis- di- fanno subito pensare a un muro. O a un bel filo spinato.
Alla radio, per fortuna, i muri non contano, si superano e basta. Gabriela Diez, alla console di regia, non ci vede proprio e al posto di "leggere" quello che c'è scritto sui tasti ha applicato una serie di etichette e di indizi tattili che le permettono di manovrare cursori e manopole senza problemi (sapeste quanti pianisti possono tenere chiusi gli occhi anche nei passaggi più difficili). Dietro al microfono, la bella voce impostata di Cristian Alvarez non fa neanche pensare al fatto che i suoi occhi non funzionino e un altro dei sette ciechi della squadra, Orlando Olivera, è il corrispondente "sul campo", perché ama stare in mezzo alla gente e sentirla parlare. Che poi dovrebbe essere l'obiettivo di tutti noi, se non ci ostinassimo a inciampare nel filo spinato. Nel team troviamo anche paraplegici, un giovane affetto da deficit motorio e Mauricio con la sua epilessia. A Radio Concepcion tutti lavorano "con mucho esfuerzo y pocos recursos". Si guadagna poco in una piccola impresa familiare.
HISTORIAS
Una radio manejada por discapacitados
A pesar de sus limitaciones físicas, operan todos los equipos, desde la consola hasta los micrófonos.
ALEJANDRA GARI - DIARIO DE CUYO
Un estudio de radio de pequeñas dimensiones, una consola, tres micrófonos comunes y una computadora modificada caseramente para poder ser manejada por ciegos es todo lo que necesitan para salir al aire todos los días sin descanso. Son doce personas con diferentes discapacidades que buscan salir adelante, a pesar de sus limitaciones, trabajando en Radio Concepción.
Gabriela Diez, la más joven del equipo, es telefonista, operadora y maneja la computadora a la perfección a pesar de ser no vidente. Se las ingenia con los equipos mediante pequeñas marcas hechas con cintas adhesivas y otros elementos sencillos, que le indican qué teclas presionar para poner a los locutores al aire, cambiar los temas musicales y operar la consola.
Pero, a pesar de que cada uno tiene sus preferencias dentro de las actividades de la radio, todos aprendieron a manejar los equipos. Cristian Alvarez también ciego, es considerado por sus compañeros como el más inteligente del grupo por su capacidad de retención para dar las noticias, lo que lo hace el indicado para la locución. Además, su voz clara e impostada no sólo es utilizada en el micrófono de la radio, ya que también es el cantante del grupo.
El trabajo de exteriores está a cargo Orlando Olivera, otro ciego, que prefiere más el contacto con la gente en la calle. Además, es el que se encarga de conseguir publicidad y es la cabeza creativa del equipo a la hora de buscar recursos y armar proyectos para ganarse la vida.
El periodismo deportivo está a cargo de Mauricio, hijo del dueño de la radio. Es un joven de 22 años que sufre de ataques de epilepsia desde chico y que tuvo que renunciar a sus estudios por las constantes convulsiones que sufre.
Justamente, fue la enfermedad de Mauricio lo que motivó la formación de este grupo. Su padre y dueño de la radio, Julio Palacios, trató de buscar la forma de que su hijo pudiera asumir de la mejor manera posible su problema y salir adelante. "Un día me invitaron a una fiesta en la Escuela Braille y conocí al grupo de chicos ciegos que trabaja hoy en la radio. De ahí salió la idea de darles un espacio en la emisora", contó Palacios.
La radio lleva en el aire 17 años, pero desde hace 6 es totalmente manejada por personas con diferentes discapacidades. La tarea no fue sencilla, explicó Palacios, ya que poner a estos jóvenes frente a los micrófonos era lo más fácil, pero ellos querían aprender a manejar todo en la radio. Así, de a poco, fueron modificando los elementos del estudio para facilitarles la tarea y proveerles todas las facilidades para que pudieran trabajar.
Ahora, el equipo está formado por tres personas parapléjicas, uno con un problema motriz, siete no videntes y un epiléptico. Las transmisiones se hacen todos los días de 6 a 2 de la mañana, de corrido. Todos trabajan con mucho esfuerzo y pocos recursos, ya que se trata de una pequeña empresa familiar. "Al principio eran muchos más los que trabajaban en la radio pero, como no tenían un sueldo que los incentivara, se fueron yendo con el tiempo", comentó el dueño de la radio. Ahora, "es una radio hecha con el corazón, por eso nuestro eslogan es «Corazones latiendo en el aire»", agregó.
Pero la falta de recursos no los detiene, el solo hecho de sentirse útiles y capaces los incentiva a idear nuevos proyectos para obtener ganancias fuera del trabajo de la radio y poder tener una salida laboral más sólida y rentable. Así es como idearon un proyecto llamado Sonido Especial. El emprendimiento fue presentado hace poco en la Dirección para la Persona con Discapacidad, con el objetivo de obtener un subsidio a través de los programas de la Nación.
"Con esa plata tenemos pensado comprar un equipo de sonido con parlantes y una computadora para animar fiestas", comentó Orlando. En este proyecto está incluido todo el equipo de la radio, ya que como llevan varios años haciendo radio, están capacitados para esa tarea. Es más, ya tienen asignadas las tareas que cumplirá cada uno en caso de obtener el subsidio. "Cristian, por ejemplo, será el encargado de cantar o hacer locución, Gabi es la indicada para la animación y Orlando se encargará de toda la organización", concluyó Palacios.
Alla radio, per fortuna, i muri non contano, si superano e basta. Gabriela Diez, alla console di regia, non ci vede proprio e al posto di "leggere" quello che c'è scritto sui tasti ha applicato una serie di etichette e di indizi tattili che le permettono di manovrare cursori e manopole senza problemi (sapeste quanti pianisti possono tenere chiusi gli occhi anche nei passaggi più difficili). Dietro al microfono, la bella voce impostata di Cristian Alvarez non fa neanche pensare al fatto che i suoi occhi non funzionino e un altro dei sette ciechi della squadra, Orlando Olivera, è il corrispondente "sul campo", perché ama stare in mezzo alla gente e sentirla parlare. Che poi dovrebbe essere l'obiettivo di tutti noi, se non ci ostinassimo a inciampare nel filo spinato. Nel team troviamo anche paraplegici, un giovane affetto da deficit motorio e Mauricio con la sua epilessia. A Radio Concepcion tutti lavorano "con mucho esfuerzo y pocos recursos". Si guadagna poco in una piccola impresa familiare.
HISTORIAS
Una radio manejada por discapacitados
A pesar de sus limitaciones físicas, operan todos los equipos, desde la consola hasta los micrófonos.
ALEJANDRA GARI - DIARIO DE CUYO
Un estudio de radio de pequeñas dimensiones, una consola, tres micrófonos comunes y una computadora modificada caseramente para poder ser manejada por ciegos es todo lo que necesitan para salir al aire todos los días sin descanso. Son doce personas con diferentes discapacidades que buscan salir adelante, a pesar de sus limitaciones, trabajando en Radio Concepción.
Gabriela Diez, la más joven del equipo, es telefonista, operadora y maneja la computadora a la perfección a pesar de ser no vidente. Se las ingenia con los equipos mediante pequeñas marcas hechas con cintas adhesivas y otros elementos sencillos, que le indican qué teclas presionar para poner a los locutores al aire, cambiar los temas musicales y operar la consola.
Pero, a pesar de que cada uno tiene sus preferencias dentro de las actividades de la radio, todos aprendieron a manejar los equipos. Cristian Alvarez también ciego, es considerado por sus compañeros como el más inteligente del grupo por su capacidad de retención para dar las noticias, lo que lo hace el indicado para la locución. Además, su voz clara e impostada no sólo es utilizada en el micrófono de la radio, ya que también es el cantante del grupo.
El trabajo de exteriores está a cargo Orlando Olivera, otro ciego, que prefiere más el contacto con la gente en la calle. Además, es el que se encarga de conseguir publicidad y es la cabeza creativa del equipo a la hora de buscar recursos y armar proyectos para ganarse la vida.
El periodismo deportivo está a cargo de Mauricio, hijo del dueño de la radio. Es un joven de 22 años que sufre de ataques de epilepsia desde chico y que tuvo que renunciar a sus estudios por las constantes convulsiones que sufre.
Justamente, fue la enfermedad de Mauricio lo que motivó la formación de este grupo. Su padre y dueño de la radio, Julio Palacios, trató de buscar la forma de que su hijo pudiera asumir de la mejor manera posible su problema y salir adelante. "Un día me invitaron a una fiesta en la Escuela Braille y conocí al grupo de chicos ciegos que trabaja hoy en la radio. De ahí salió la idea de darles un espacio en la emisora", contó Palacios.
La radio lleva en el aire 17 años, pero desde hace 6 es totalmente manejada por personas con diferentes discapacidades. La tarea no fue sencilla, explicó Palacios, ya que poner a estos jóvenes frente a los micrófonos era lo más fácil, pero ellos querían aprender a manejar todo en la radio. Así, de a poco, fueron modificando los elementos del estudio para facilitarles la tarea y proveerles todas las facilidades para que pudieran trabajar.
Ahora, el equipo está formado por tres personas parapléjicas, uno con un problema motriz, siete no videntes y un epiléptico. Las transmisiones se hacen todos los días de 6 a 2 de la mañana, de corrido. Todos trabajan con mucho esfuerzo y pocos recursos, ya que se trata de una pequeña empresa familiar. "Al principio eran muchos más los que trabajaban en la radio pero, como no tenían un sueldo que los incentivara, se fueron yendo con el tiempo", comentó el dueño de la radio. Ahora, "es una radio hecha con el corazón, por eso nuestro eslogan es «Corazones latiendo en el aire»", agregó.
Pero la falta de recursos no los detiene, el solo hecho de sentirse útiles y capaces los incentiva a idear nuevos proyectos para obtener ganancias fuera del trabajo de la radio y poder tener una salida laboral más sólida y rentable. Así es como idearon un proyecto llamado Sonido Especial. El emprendimiento fue presentado hace poco en la Dirección para la Persona con Discapacidad, con el objetivo de obtener un subsidio a través de los programas de la Nación.
"Con esa plata tenemos pensado comprar un equipo de sonido con parlantes y una computadora para animar fiestas", comentó Orlando. En este proyecto está incluido todo el equipo de la radio, ya que como llevan varios años haciendo radio, están capacitados para esa tarea. Es más, ya tienen asignadas las tareas que cumplirá cada uno en caso de obtener el subsidio. "Cristian, por ejemplo, será el encargado de cantar o hacer locución, Gabi es la indicada para la animación y Orlando se encargará de toda la organización", concluyó Palacios.
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